Alda Celestial nació de mirar cómo la luz toca las cosas simples.
La base azul —con sus manchas, sus capas, sus accidentes— tiene algo de cielo y algo de tierra. Es firme, cercana, hecha para durar. Arriba, el globo de vidrio craquelado abre un pequeño universo: la luz entra, se quiebra, se mueve, y deja en la pared un dibujo que cambia cada día.
No pretende ser perfecta; pretende ser real. Una pieza hecha a mano, con tiempo, con paciencia, con esa mezcla de intuición y cariño que hace que cada lámpara de Maruja tenga su propia historia.
Alda Celestial es eso: un objeto para tener cerca, para encender y sentir que el espacio respira distinto. Una luz cálida que abraza.
Tamaño:
- 26 alto total lámpara
- 15 ancho tulipa
Cada lámpara se diseña como un todo: desde la base de cerámica hasta la tulipa, que proviene de piezas de vidrio antiguas recuperadas.
Las piezas se modelan y esmaltan a mano, una a una, dejando que el proceso marque su propio ritmo y destino.
No son piezas típicas ni pensadas para pasar desapercibidas.
Tienen color, presencia y algo difícil de explicar —eso que hace que, cuando alguien la ve, sienta que es suya.
Al igual que las personas, ninguna es igual a otra, y en esa diferencia está su encanto: nacen del encuentro entre la materia, el tiempo y las manos que las crean, para llegar, sin buscarlo, a la persona que la reconoce como propia.
Lámpara Alda Celestial
- Cable blanco con ficha e interruptor 1.80mts
- Lámpara de luz LED filamento 4w E14 ambar
Todos los objetos son hechos con piezas descubiertas y seleccionadas detenidamente. Las bases de cerámica son realizadas 100% a mano. Las piezas de vidrio han pasado por varias manos, pero su estado es excelente.
Pueden haber pequeñas variaciones entre un la foto y el producto.
La imperfección es el resultado natural de los materiales y sus procesos, siendo así una característica de cada objeto — ser único y estar hecho a mano.



















